Un refugio de lujo en viñedos

Despertar con la brisa suave y la vista de las viñas fue un verdadero deleite. La experiencia gastronómica fue sublime, y el personal siempre atento y amable. Es un lugar para volver sin duda.

Aunque la piscina tiene unas vistas impresionantes, podía estar un poco más climatizada para disfrutarla en la tarde. Sin embargo, no restó valor a la estancia.

Increíble! Procesos de check-in muy eficiente, hermosas rutas de senderismo, atención excepcional del personal.

El entorno es simplemente espectacular, con vistas impresionantes del valle. La experiencia de las catas de vino fue educativa y divertida, perfecta para los adultos. Además, los niños disfrutaron de las actividades al aire libre, como las caminatas por los viñedos, que estaban bien señalizadas y eran seguras. Las habitaciones son cómodas y acogedoras, y el ambiente general es muy tranquilo, ideal para desconectar y disfrutar en familia.

El único inconveniente fue el precio del restaurante, que puede resultar un poco elevado para algunos platos.

el desayuno fue delicioso, y me encantó la variedad de vinos disponibles para degustar. la comida en el restaurante fue excepcional, el personal muy amable y servicial y las vistas desde la habitación son simplemente espectaculares. también hay senderos hermosos para explorar.

Lo que más me impresionó fue el ambiente familiar, con magníficas vistas del río Duero. Disfrutamos un paseo por los viñedos que nos permitió explorar esa belleza, y mi nieto quedó fascinado con los espacios seguros para jugar y correr.

A mis hijos les hubiera encantado un menú más variado para elegir en el restaurante.

El lugar tiene vistas soñadas del valle, y la cata de vinos fue fantástica. Caminar por los viñedos me encantó.

me sentí seguro, no tengo ninguna queja

El hotel destaca por su encanto rural y su impresionante entorno de viñas. apenas había gente, lo que brindó una experiencia casi privada. La piscina es simplemente maravillosa, ideal para relajarse con una buena copa de vino. La experiencia gastronómica fue positiva, aunque las opciones para vegetarianos son limitadas, prepararon un plato a medida que estaba delicioso. Sin embargo, el precio en el restaurante es algo elevado, y el mobiliario de las habitaciones podría mejorarse un poco.

fijo que vuelvo

La habitación tenía aire acondicionado, un balcón con vistas al valle, y el baño estaba reformado. La piscina es preciosa, ideal para relajarte con una copa de vino de la bodega. El restaurante ofrece un menú cambiante, y la comida fue sencillamente deliciosa. Desayunos con productos frescos y un ambiente tranquilo. Perfecto para desconectar.